Desde muy joven, mi trayectoria académica y profesional me ha llevado a explorar diferentes facetas del diseño y la arquitectura. Soy ingeniera de edificación, arquitecta y diseñadora de interiores. Cada uno de estos roles ha enriquecido mi perspectiva y ha contribuido a formar la diseñadora que soy hoy.

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Mi madre, artista y escultora, es la que me introdujo en el mundo de la belleza. De ella he aprendido desde muy jovencita que la belleza no es solo estética, sino también una expresión del alma. La belleza se encuentra en los detalles, en las formas, en los colores y en las historias que contamos a través de nuestro arte. Ella me enseñó el valor de lo “único”, de lo hecho a mano. Crecer con su influencia ha sido un regalo invaluable que ha marcado profundamente mi enfoque del diseño. 

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De mi padre, marino gallego de alma intrépida, heredé su espíritu explorador y su curiosidad insaciable por el mundo que nos rodea. Su vida en el mar y sus viajes me inspiraron a buscar la belleza en lugares inesperados y a apreciar la diversidad de culturas y paisajes.

Influenciada por una familia que ha tenido diversos negocios, incluyendo restaurantes, crecí en un entorno donde la estrategia empresarial y la comprensión de cómo hacer que un negocio sea rentable eran fundamentales. Esto me ha dado un ojo educado para la estrategia y una profunda apreciación por la arquitectura de interiores como una herramienta indispensable para la transformación de negocios en proyectos exitosos.

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El mundo de la arquitectura y el diseño de interiores es mi pasión y mi vocación. No solo veo mi trabajo como una profesión, sino como una forma de vida. Para mí, el diseño es una expresión de la esencia de un espacio y de las personas que lo habitan.

Mi estudio, EG, no es solo un lugar de trabajo, sino un reflejo de mi compromiso con la excelencia y la creatividad. Aquí, mi equipo y yo desafiamos constantemente los límites convencionales y buscamos nuevas formas de transformar espacios en obras de arte vivas y funcionales.

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Mi profundo amor por la artesanía, heredado de mi madre, me ha llevado a mantener un estrecho contacto con los artesanos talentosos. Cuando visito sus talleres, absorbo el profundo aprendizaje de su oficio. Cada pieza artesanal tiene una historia y una autenticidad que añaden un valor único a mis proyectos. Creo piezas de mobiliario a medida en cada proyecto, y estas piezas son pequeños proyectos en sí mismos a los que dedico mucho mimo y atención.